La racha de once combates por nocaut de Crawford llegó a su fin al enfrentarse a un duro rival, Madrimov. Los jueces puntuaron el combate 116-112 y 115-113 en dos ocasiones a favor de Crawford, poniendo fin a una batalla muy reñida.
Eddie Hearn, promotor de Madrimov, no ocultó su frustración por el resultado. Sintió que las tarjetas de puntuación no reflejaban la pelea que él vio.
"Sí, me sentí un poco frustrado al final, pensé que en realidad eran dos 116-112 y no entiendo cómo sólo se puede dar a Madrimov cuatro asaltos en esa pelea. 115-133 es una pelea igualada, después de diez asaltos estaba convencido de que estábamos arriba y es una discusión si Crawford ganó el undécimo, definitivamente ganó el duodécimo".
Las observaciones de Hearn desde el ring le dieron una perspectiva única de la evolución del combate. Se dio cuenta de que la esquina de Crawford insistía en la importancia de ganar el último asalto, sugiriendo que creían que el combate estaba más reñido de lo que indicaban las tarjetas oficiales.
"Viste la forma en que salió para el duodécimo asalto, porque le dijeron, yo estaba junto a su esquina, que sabían que tenían que ganar el último asalto, que sabían lo reñida que estaba la pelea, y yo estaba un poco frustrado de que no fuera un reparto o de que no nos respetaran un poco más, uno de los jueces dice que Crawford ganó los cuatro últimos asaltos y los cuatro primeros, y yo no lo veo así, creo que Madrimov ganó la pelea por 7-5".
La victoria de Crawford en las 154 libras abre nuevas posibilidades para su carrera. Se habla de un posible enfrentamiento con Vergil Ortiz, y Turki Alalshikh ha mostrado interés en que se produzca.
Esta ajustada victoria demuestra que Crawford puede manejarse en una categoría de peso superior, pero también que no es invencible. Esto prepara el terreno para más combates emocionantes en el futuro, a medida que continúe poniéndose a prueba contra la alta competición.