La pareja se enfrentó por primera vez en marzo en el Barclays Center de Nueva York. Davis ganó por decisión mayoritaria para retener su título de peso ligero de la WBA, pero la pelea no fue tan sencilla como muchos esperaban. Roach presionó a Davis hasta el final de los 12 asaltos, y un momento controvertido en el noveno asalto levantó cejas.
Davis se arrodilló tras recibir un golpe de Roach. El árbitro no contó, lo que podría haber resultado en un asalto 10-8 para Roach. Davis afirmó que tenía grasa en el ojo, pero el incidente dejó a muchos preguntándose si las tarjetas de puntuación deberían haber favorecido a Roach.
El viernes, Davis fue arrestado cerca de Miami, Florida por un incidente que supuestamente ocurrió el 15 de junio. Esto generó especulaciones sobre el estado de la revancha que se aproxima.
Sin embargo, Roach recurrió a las redes sociales para abordar la situación. En un video publicado en línea, dijo:
"Escuché de un pajarito que el amigo ya está en casa. Así que para todos ustedes que dicen "no vas a pelear, no vas a pelear". Tuvo un rápido tratamiento de spa y se fue de allí. Quiero que todos sepan que la pelea sigue en pie y todavía está programada para el 16 de agosto."
La declaración de Roach sugiere que Davis ha sido liberado de la custodia y que su pelea se llevará a cabo como se planeó. El mundo del boxeo ahora esperará un anuncio oficial para confirmar el estado de esta muy esperada revancha.