En su carrera profesional, Ali sólo perdió cuatro veces. Vengó sus derrotas contra Ken Norton y Leon Spinks, pero no pudo hacer lo mismo con Larry Holmes y Trevor Berbick. George Foreman dijo una vez de Ali: "Lo único que realmente vencería a su enemigo era el tiempo".
Holmes se encontró en una situación difícil durante la pelea. Sentía que no podía ganar independientemente del resultado. Holmes explicó:
"Si vencía a Ali, su cuerpo era viejo, no podría luchar más, debería haber renunciado".
Durante el combate, Holmes intentó terminar la pelea antes de tiempo para evitar más daños a Ali. Suplicó al árbitro que detuviera el combate, pero obtuvo una respuesta sorprendente.
"Le dije al árbitro 'detén esta pelea', y me dijo 'cállate y boxea'. Me dijeron 'cállate y sigue boxeando'".
Holmes cambió entonces su enfoque, tirando de golpes para animar a Ali a abandonar. Dijo: "Ya no le pegaba fuerte. Sólo le pegaba para que abandonara".
Los dos púgiles incluso tuvieron un breve intercambio durante la pelea:
Holmes: "Todavía te quiero, tío" Ali: "Si me quieres, ¿por qué me pegas entonces?" Holmes: "Es parte del juego..."
El combate terminó con una parada en el décimo asalto. Holmes reflexionó más tarde sobre el acontecimiento:
"No fue una victoria, fue una tragedia. Le vi, no como la leyenda, sino como un hombre, un hermano, intentando aferrarse a lo que le convirtió en 'El Más Grande'".
La carrera de Ali llegó a su fin en 1981, a la edad de 39 años, tras una derrota por puntos ante Trevor Berbick. Esta última derrota llevó a Ali a colgar los guantes para siempre, cerrando así el capítulo de una de las carreras con más historia del boxeo.