Ryan García y Devin Haney se enzarzaron en una acalorada discusión en una rueda de prensa celebrada en Los Ángeles para promocionar sus próximos combates. Los dos boxeadores no pudieron resistirse a volver a hablar de su amarga rivalidad, centrándose en las acusaciones de dopaje y en su anterior combate.
García, que se prepara para enfrentarse a Rolando "Rolly" Romero, empezó relajado. Haney, en cambio, parecía nervioso mientras se prepara para su pelea con José Ramírez. La calma no duró mucho.
Las cosas se calentaron cuando la barbilla de Haney salió a relucir. García había derribado a Haney varias veces en su pelea de abril. Haney contraatacó diciendo: "Me levanté cada vez contra alguien con PED". Se refería al positivo de García por Ostarine, que provocó la anulación del resultado de su combate.
García estalló. Acusó a Haney de preparar la prueba de drogas fallida. "¿Dónde está tu hermanito? ... él lo sabía antes que nadie", dijo García, insinuando que Haney le había tendido una trampa.
Haney no se echó atrás. "Aceptaste tu castigo porque sabías que eras culpable", dijo. García había recibido una suspensión de un año y una multa de 1,1 millones de dólares por el positivo.
García intentó volver a centrar la atención en la pelea en sí. "La ostarina no te protege de bloquear un gancho de izquierda. Te golpearon 1000 veces. Te sacaron de la lona", dijo, insistiendo en que había dominado el combate independientemente de la polémica.
Haney se dirigió entonces a los jóvenes aficionados: "Niños, no os droguéis. No os droguéis, chicos. PEDs". García tachó esto de ensayado, diciendo: "Lo tenías en el bolsillo trasero".
La intensidad de su intercambio demuestra que todavía hay mala sangre entre estos dos. Su rivalidad sigue sin terminar, y la revancha parece inevitable. Por ahora, ambos púgiles tendrán que centrarse en sus próximos rivales, pero está claro que tienen asuntos pendientes entre ellos.