Mike Tyson, el ex campeón mundial de peso pesado, se ha convertido en el rostro de una nueva campaña de la Administración de Control de Drogas de EE. UU. (DEA). La campaña tiene como objetivo combatir el consumo de drogas, especialmente el fentanilo, entre los jóvenes.
Tyson visitó los laboratorios de la DEA y vistió un uniforme oficial de la DEA para transmitir su mensaje. Está utilizando su experiencia personal para advertir a las generaciones más jóvenes sobre los peligros del consumo de drogas.
"Una pastilla puede matar," dijo Tyson. "Acabo de descubrir que un pellizco de fentanilo puede matar a alguien. Nunca me educaron sobre esto; es nuevo para mí."
La leyenda del boxeo ha tenido problemas con el abuso de sustancias en el pasado. En 2007, enfrentó cargos en Arizona por posesión de cocaína y conducción bajo la influencia de drogas. Pero Tyson ha cambiado su vida a través de la rehabilitación.
"No he fumado cigarrillos, no he bebido, no he usado cocaína en nueve años," compartió Tyson.
Ahora, está utilizando su plataforma para el bien. Tyson promueve el deporte entre los niños y trabaja con varias fundaciones para causar un impacto positivo.
Alina Habba, fiscal federal interina de Nueva Jersey, se unió a Tyson para transmitir el mensaje contra el fentanilo. Ella elogió la participación de Tyson en la campaña.
"Tyson es un gran defensor del uso seguro. Y asegurándose de que no provenga de China o de un pesticida," dijo Habba.
La campaña se centra en el fentanilo, un potente analgésico más fuerte que la morfina. Según la Oficina del Fiscal Especial de Narcóticos, el 70% de las muertes por sobredosis en EE. UU. son causadas por fentanilo fabricado ilegalmente.
La participación de Tyson en esta campaña de la DEA marca un paso significativo en su trayectoria de campeón mundial de boxeo a defensor de la concienciación y prevención del consumo de drogas.