Oliver McCall, ex campeón mundial de los pesos pesados del CMB, ha calificado a Larry Holmes como el mejor púgil al que se ha enfrentado, situándolo por encima de Lennox Lewis. La valoración de McCall proviene de su posición única de haber peleado con ambos boxeadores a mediados de los noventa.
La carrera de McCall incluye grandes momentos en el boxeo de los pesos pesados. Sorprendió al mundo en 1994 cuando noqueó a Lennox Lewis y ganó el título mundial de los pesos pesados del CMB. Al año siguiente, defendió con éxito su título contra Larry Holmes por decisión unánime. Posteriormente, McCall perdió el título ante Frank Bruno en 1995.
Cuando se le preguntó por el mejor boxeador al que se había enfrentado, McCall no dudó en elegir a Holmes. Explicó su elección:
"Tiene que ser Larry Holmes. Además de boxear, sabía hacer otras cosas. Tenía un jab impresionante. Aprendió a boxear bien. Aprendió a no cometer el mismo error dos veces. Cuando lo derribaban, aprendía a levantarse y seguir golpeando. Cosas por el estilo. Tuvo que soportar muchas críticas. Fue un gran campeón y para mí fue un viaje enfrentarme a él".
McCall calificó a Holmes por encima de Lewis en varias categorías, como tener el mejor jab, las mejores habilidades boxísticas, la mejor barbilla y ser el púgil más inteligente. Admiraba la capacidad de Holmes para aprender y adaptarse, su resistencia tras los derribos y cómo superó las críticas a lo largo de su carrera.
Aunque McCall tiene en alta estima a Holmes, no descartó las habilidades de Lewis. Recordó un potente derechazo de Lewis que le hizo caer contra las cuerdas durante el combate. McCall describió el impacto emocional de aquel momento:
"El golpe que recibí, y recuerdo ese golpe, fue un mazazo. Miré por encima de su hombro y vi a su madre animándole a que me noqueara, y pensé que mi madre no estaba allí. Cuando ese hombre me golpeó iba a tomar represalias, y me derrumbé".
McCall señaló que el puñetazo de Lewis fue más brutal en impacto y dolor que el puñetazo en el ojo que recibió de Frank Bruno.
A pesar de perder ante Lewis en la revancha, en la que McCall sufrió una infame crisis nerviosa en el ring, mantiene un impresionante récord de no haber sido derribado nunca en 76 combates profesionales. A sus 59 años, McCall reapareció hace poco al detener a Stacy Frazier en dos asaltos.
La trayectoria de McCall en el boxeo ha estado llena de altibajos, pero sus experiencias con Lewis y Holmes han dejado una impresión duradera, solidificando el lugar de Holmes como el mejor púgil al que se enfrentó en su larga carrera.