Ben Whittaker, medallista olímpico de plata con un récord actual de 7-0, 5 de ellos por nocaut, noqueó recientemente a Stiven Dredhaj en el cuarto asalto, un combate que atrajo millones de interacciones en las redes sociales. A pesar de sus éxitos en el cuadrilátero y de su perfil público, que le distingue entre sus colegas, sus payasadas han suscitado preocupación. Por ejemplo, el mes pasado en el O2 Arena de Londres contra Leon Willings, un enfrentamiento en el ring con el entrenador de Willings y una advertencia verbal del árbitro Sean McAvoy pusieron de manifiesto este comportamiento polémico.
Durante la entrevista, Callum Smith expresó sus opiniones sobre la conducta de Whittaker. "Las payasadas de Ben Whittaker no me gustan. Está tratando de ser como Naseem Hamed, pero Naz lo hacía en el Madison Square Garden en peleas por el título mundial, no contra journeymen", dijo Smith. Smith subrayó que, aunque ve a Whittaker como un boxeador prometedor capaz de alcanzar los niveles más altos del boxeo, la joven estrella debería centrarse más en consolidar sus habilidades fundamentales y tratar cada combate con seriedad profesional.
Smith comentó además cómo Whittaker suele enfrentarse a rivales que no están en igualdad de condiciones profesionalmente. "Por el momento, sólo lo hace contra journeymen que han terminado su jornada de trabajo y luego van a ser oponentes para él", declaró, calificando este enfoque de irrespetuoso.
Smith admitió que la personalidad única de Whittaker contribuye significativamente a su creciente reconocimiento y admitió la eficacia de sus actuaciones a pesar de las reservas sobre las tácticas de exhibición:
"Creo que [Whittaker] debería dedicarse a sus asuntos en este momento, pero en cuanto a talento, es un luchador muy bueno y llegará al más alto nivel. Ahora es muy conocido en comparación con otros deportistas olímpicos por su carácter... Aunque está alardeando, también está haciendo buenas actuaciones".