Benavidez se hizo con la ventaja al principio del combate y trató de sorprender a su rival con un solo golpe, mientras que Andrade contraatacaba con combinaciones de varios puñetazos. En el cuarto asalto, David consiguió anotar un derribo, tras lo cual el combate se volvió desigual.
El "monstruo mexicano" aumentó su presión en los tres minutos siguientes y destrozó a Andrade con golpes en todos los pisos -después del sexto asalto, el no favorito se negó a continuar el combate-.
Así, Benavidez defendió su cinturón y retuvo su posición como aspirante oficial para la pelea con el campeón indiscutible de la división, Saúl Álvarez.