Tras el reconocimiento de Silva, el Comité Atlético del Estado de Arizona llegó a reunirse para considerar la cancelación del combate. Al final, se llevaron a cabo exámenes médicos adicionales, que confirmaron que el brasileño estaba listo para la pelea.
Paul afirmó que, hasta ese momento, las ventas de PPV habían ido bien, pero que, tras el mencionado incidente, el interés por la velada disminuyó definitivamente. Si se confirman los resultados comunicados por Paul, las ventas de PPV seguirán siendo tres veces mejores que las de la reciente pelea entre Deontay Wilder y Robert Helenius.