La carrera de Foreman empezó con fuerza en 1969. Rápidamente se convirtió en una fuerza a tener en cuenta en la división de los pesos pesados, acumulando la impresionante cifra de 37 victorias consecutivas antes de conseguir su oportunidad por el título mundial.
La dura infancia del boxeador impulsó su ascenso a la cima. Su gran oportunidad llegó cuando se enfrentó a Joe Frazier por el Campeonato Mundial de los Pesos Pesados. Foreman dominó el combate, derribando a Frazier seis veces antes de que el árbitro detuviera el combate en el segundo asalto.
Tras ganar el título, Foreman defendió con éxito su corona contra José Román y Ken Norton. Parecía imparable hasta que se encontró con Muhammad Ali en el ring.
El combate, apodado "The Rumble In The Jungle", terminó con Ali deteniendo a Foreman en el octavo asalto. Este combate supuso la primera derrota de Foreman en su carrera y sigue siendo uno de los momentos más emblemáticos del boxeo.
A pesar de su impresionante palmarés y sus poderosos golpes, hubo un rival al que Foreman se sintió aliviado de haber evitado: Earnie Shavers. Conocido como "El Destructor Negro", Shavers tenía fama de pegar muy fuerte.
"Nunca luché contra Earnie Shavers, gracias a Dios", dijo Foreman en el programa.
El récord de Shavers habla por sí mismo. Ganó 76 combates en su carrera, 70 de ellos por nocaut. Disputó el título de los pesos pesados en dos ocasiones, enfrentándose a Muhammad Ali en 1977 y a Larry Holmes en 1979. Aunque perdió ambos combates, Shavers dejó una huella imborrable en el mundo del boxeo.
El poder de Shavers era tan respetado que incluso un artista del nocaut como Foreman agradecía que sus caminos nunca se cruzaran en el ring. Esta confesión de uno de los pesos pesados más grandes del boxeo subraya la temible reputación de Shavers y el respeto que inspiraba entre sus colegas.