Muhammad Ali, el hombre que se hacía llamar "El Más Grande", admitió una vez que había un boxeador aún más grande que él: Sugar Ray Robinson.
Ali cambió la división de los pesos pesados con su agilidad, velocidad y juego de pies. Consiguió el título mundial en su vigésimo combate al derrotar a Sonny Liston y permaneció invicto durante siete años. Muchos pensaban que no se podía vencer a Ali en su mejor día.
Pero en una entrevista reaparecida, Ali alabó las habilidades de Robinson en todas las categorías de peso. Dijo:
"Libra por libra. Cuando dicen que Sugar Ray Robinson fue el mejor boxeador, libra por libra, quiero decir que imagino que si fuera un peso pesado luchando con el mismo estilo, sería el mejor. Tendría que admitirlo. Tendría que decir que sí. Tengo sus películas de peleas. Ese hombre era hermoso. Tiempo, velocidad, reflejos, ritmo, todo. Incluso su cuerpo, todo era hermoso. Yo diría que soy el mejor peso pesado de todos los tiempos, pero libra por libra sigo diciendo que Sugar Ray Robinson fue el mejor de todos los tiempos".
Robinson, natural de Georgia, tenía un asombroso récord amateur de 85 victorias y ninguna derrota. Llegó a ser campeón mundial del peso welter y ganó cinco veces el título del peso medio. Sus combates con Jake LaMotta son ya una leyenda del boxeo.
Robinson era un técnico magistral con una mezcla perfecta de velocidad y potencia. Su estilo influyó en muchos púgiles estadounidenses que intentaron copiar sus habilidades y su encanto.
Ali colgó los guantes demasiado tarde, volviendo para combates contra Larry Holmes y Trevor Berbick que no debería haber aceptado. Pero sus palabras sobre Robinson demuestran hasta qué punto respetaba "The Greatest" al que muchos siguen considerando el mejor boxeador de la historia.
