George Foreman, la leyenda del boxeo, falleció en paz el 21 de marzo a la edad de 76 años. Su familia anunció la noticia en la página oficial de Instagram de Foreman con un sentido comunicado en el que celebraba su vida, su fe, su disciplina y su legado duradero.
Foreman dejó una huella indeleble en el deporte del boxeo. Ganó su primer título de los pesos pesados en 1973 con un nocaut en el segundo asalto a Joe Frazier. Al año siguiente, se enfrentó a Muhammad Ali en el emblemático combate "Rumble in the Jungle", que acabó con derrota de Foreman.
En 1977, Foreman se apartó del boxeo para ordenarse ministro cristiano. Regresó triunfante al cuadrilátero una década después, demostrando que aún tenía lo que hacía falta para competir al más alto nivel.
Fuera del ring, Foreman era un hombre de familia con 10 hijos: cinco varones y cinco mujeres. Llamó a todos sus hijos George Edward Foreman, una decisión que explicó en una entrevista de 2021 con Graham Bensinger:
"Quería que tuvieran algo en común... Les digo que si uno sube, subimos todos. Si uno se mete en líos, nos metemos todos".
El enfoque de Foreman como padre era a la vez único y exigente. Les decía a sus hijos:
"O haces honor al nombre o lo cambias".
A pesar de la presión que suponía compartir el nombre de su padre, Foreman se enorgullecía de los logros de sus hijos. En una entrevista de 2021 con CBN, dijo:
"Han llegado, algunos de ellos, a superar la prueba, a obtener educación universitaria, y eso es lo más difícil de conseguir en el mundo; pero sobre todo son buenos padres, y de eso estoy orgulloso".
Algunos de los hijos de Foreman siguieron sus pasos, haciendo carrera en el boxeo o trabajando para sus empresas. Lamentablemente, su hija Freeda falleció antes que él.
El impacto de Foreman se extendió mucho más allá de su familia y del mundo del boxeo. Era conocido como una fuerza dominante y un competidor temible en el cuadrilátero, pero su influencia fuera del boxeo será recordada con el mismo cariño. Su paso de campeón del mundo a ministro y viceversa demostró su versatilidad y determinación.
La comunidad del boxeo y los aficionados de todo el mundo echarán de menos a George Foreman, un hombre que vivió la vida a su manera y dejó un legado que inspirará a las generaciones venideras.
