Henry García, padre y entrenador de Ryan García, no se anduvo con rodeos a la hora de valorar la actuación de Davis.
"No se puede decir que Tank haya ganado. Es imposible", dijo García. "Su edad le está pasando factura. Ya no tiene las piernas de antes".
A sus 29 años, Davis se ha forjado una reputación como uno de los mejores boxeadores del mundo, pero en su último combate algunos se preguntan si ha perdido un paso. La explosividad del púgil, sello distintivo de su estilo, parecía escasa.
Para aumentar la intriga, la esquina de Davis parecía diferente para este combate. Barry Hunter sustituyó a Calvin Ford, el mentor de Davis durante muchos años. Ford lo achacó a conflictos de agenda, pero los escépticos no se lo creen.
La revancha entre Davis y Roach Jr. está prevista para junio de 2025. El lugar aún está en el aire, con Las Vegas y Nueva York en la carrera. Michael Woods, un respetado periodista de boxeo, señaló que ambos púgiles proceden de la Costa Este, lo que convierte a Nueva York en una opción atractiva.
El equipo de Davis sopesará cuidadosamente sus opciones. Su poder de estrella y su capacidad para agotar las entradas en los estadios serán factores decisivos. Su último combate en Nueva York fue un gran éxito, llenando el recinto hasta la bandera.
Para Davis, la revancha es una oportunidad de acallar a los escépticos y demostrar que sigue siendo el mismo púgil que demolió a Ryan García. Tendrá que responder a las preocupaciones sobre su movilidad, su conexión con su entrenador y su agudeza general.
Roach Jr., por su parte, está ansioso por demostrar que su primer encuentro no fue una casualidad. Llegará a la revancha con una confianza renovada, tratando de aprovechar cualquier resquicio en la armadura de Davis.
Mientras el mundo del boxeo espera la revancha, una pregunta flota en el aire: ¿Podrá Davis recuperar la magia que le convirtió en el rey de los pesos ligeros, o su reinado está empezando a esfumarse?