Canelo Álvarez cambia los guantes de boxeo por las riendas para demostrar su destreza en la equitación a la mexicana. El campeón de boxeo es un apasionado de los caballos y está transmitiendo esta tradición a sus hijos.
La conexión de Álvarez con su caballo parece tan natural como respirar. Cabalga con un estilo hipnotizador, dando órdenes sutiles que hacen que parezca que él y el caballo son uno. Es casi como esos lazos profundos que se ven en Avatar entre los jinetes y sus criaturas.
La forma de montar del boxeador se basa en la paciencia y la energía calmada. Estos poderosos animales responden a su serenidad, creando una hermosa lección de confianza. El cuidado y la delicadeza de Álvarez hacen que todo parezca fácil, pero hay mucho que hacer bajo la superficie.
Esta afición no es barata. Se necesita dinero para mantener los caballos y las instalaciones. También se necesita mucho tiempo. Álvarez puede hacer todo esto por lo bien que le ha ido en el boxeo. Su pasión por los caballos mezcla deporte, tradición y lujo de una forma única.
"Cuando estoy con mis caballos, todo el caos cotidiano desaparece", dijo Álvarez en una entrevista reciente. "Es muy diferente del boxeo. Me da paz antes de tener que volver al ring".
La fuerza de Álvarez va más allá del cuadrilátero de boxeo. Es un maestro tanto del combate crudo como de la elegancia refinada. Esto aumenta su leyenda, ya que demuestra que siempre tiene el control, ya sea lanzando golpes o montando a caballo.
Su éxito le permite disfrutar de esta costosa afición, pero es algo más que una forma de gastar dinero. Es una conexión con sus raíces y una oportunidad para desconectar de la intensidad del boxeo. Cada vez que Álvarez monta a caballo, no sólo monta, sino que equilibra su vida entre dos mundos muy diferentes.