Los problemas empezaron cuando un hombre de 67 años se enfadó tras pedirle que mostrara su documento de identidad. Agarró a una agente de seguridad de 21 años llamada Botagoz Mukhtarova y amenazó con apuñalarla. El agresor también afirmó que tenía una bomba que podía hacer estallar con su teléfono.
Abdraim, que se encontraba en el aeropuerto para despedir a unos familiares, oyó los gritos de Mukhtarova y vio que estaba en peligro. No dudó en intervenir.
"Vine al aeropuerto a despedir a mis parientes y de repente oí gritar a una chica. Vi que la iban a apuñalar y le dije: 'Tómame a mí como rehén en vez de a ella'", explicó Abdraim.
El atacante accedió y dejó marchar a Mukhtarova. Abdraim, aprovechando su experiencia en boxeo, boxeo tailandés y kickboxing, esperó el momento adecuado para actuar. Cuando el agresor se distrajo, Abdraim agarró el cuchillo por la hoja.
Siguió un forcejeo, en el que Abdraim luchó por desarmar al hombre. La seguridad del aeropuerto y la policía acudieron en su ayuda, y juntos consiguieron dominar y detener al agresor.
El hombre, de 67 años, se enfrenta ahora a una pena de hasta 12 años de prisión por sus actos. En cuanto a Abdraim, su valentía no pasará desapercibida. El Presidente Kassym-Jomart Tokayev anunció que el ex boxeador recibirá una medalla del Estado por su valentía.
La rapidez mental de Abdraim y su voluntad de ponerse en peligro probablemente salvaron vidas aquel día. Su historia nos recuerda que, a veces, los héroes cotidianos se encuentran en los lugares más inesperados, incluso en los controles de seguridad de los aeropuertos.