Durante ese asalto, Roach asestó un golpe en la cara de Davis que le hizo caer de rodillas y tocar brevemente la lona. El árbitro no inició la cuenta y Davis se fue a su esquina para secarse los ojos con una toalla. Más tarde afirmó que el sudor de su pelo le quemaba los ojos.
La Comisión Atlética del Estado de Nueva York está ahora evaluando de cerca lo sucedido en el noveno asalto. Los abogados de Roach han presentado pruebas e intentan que su púgil sea declarado vencedor.
Eddie Hearn, conocido promotor de boxeo, compartió su opinión sobre la situación. Dijo:
"No está herido, pero si te pones de rodillas y tocas el suelo mientras se lanzan golpes, es un derribo".
A pesar de creer que debería haberse contabilizado un derribo, Hearn no cree que la Comisión vaya a cambiar el resultado. Descartó la posibilidad de una descalificación y no espera que la Comisión conceda la victoria a Roach.
Hearn espera que esta situación motive a Davis para volver con más fuerza. La pelea ha dejado a muchos aficionados creyendo que Roach era el verdadero ganador, lo que se suma a la controversia que rodea el resultado.
Mientras el mundo del boxeo espera la decisión final de la Comisión, el debate en torno a esta pelea continúa. El incidente pone de relieve la importancia de unas reglas claras y de su aplicación coherente en los combates de boxeo de alto riesgo.