Durante ese asalto, Roach asestó una combinación de tres puñetazos que envió a Davis a una rodilla. El árbitro Steve Willis no lo contabilizó como derribo. Decidió en el calor del momento que ningún golpe había causado directamente la caída de Davis.
Davis explicó más tarde que le había entrado grasa en los ojos, lo que le había dificultado un poco la visión. Pero según las reglas del boxeo, cada vez que un boxeador se arrodilla, el árbitro debe iniciar la cuenta a menos que un movimiento ilegal provoque la caída.
La AMB apoyó la decisión del árbitro. Pero el equipo de Roach no estaba contento. Presentaron un recurso ante la Comisión Atlética del Estado de Nueva York (NYSAC). Quieren que la pelea se resuelva a favor de Roach. También afirman que Davis debería haber sido descalificado por recibir ayuda de su esquina que no estaba permitida.
Greg Smith, abogado de Roach, envió una carta al director ejecutivo de la NYSAC. Pide una revisión oficial de lo sucedido. También quiere que investiguen si el entrenador de Davis, Calvin Ford, infringió las normas al limpiar la cara de Davis durante el combate. De ser cierto, podría ser motivo de descalificación.
"Creemos que el árbitro cometió un error crucial al no contar el derribo", declaró Smith en la carta. "Además, las acciones de la esquina del señor Davis pueden haberle dado una ventaja injusta. Pedimos una investigación exhaustiva de ambos asuntos".
Ambos púgiles parecen dispuestos a una revancha. Podría producirse ya en mayo. Los aficionados están ansiosos por ver si Roach puede conseguir la victoria que cree que debería haber obtenido la primera vez.
"Sé que gané esa pelea", dijo Roach en la rueda de prensa posterior al combate. "Lo derribé limpiamente en el noveno. Todo el mundo lo vio. Estoy listo para hacerlo de nuevo y no dejar dudas esta vez".
Davis, por su parte, se desentendió de la polémica.
"Fue una pelea dura, pero no creo que estuviera nunca en verdaderos problemas", dijo. "Si quieren la revancha, estoy dispuesto. Demostraré a todo el mundo por qué sigo siendo el mejor de esta división".
Mientras el mundo del boxeo espera la decisión de la NYSAC, una cosa es segura: el próximo capítulo de esta rivalidad será un acontecimiento televisivo ineludible.