Los jueces no pudieron separar a los dos púgiles. Una de las tarjetas daba 115-113 a Davis, mientras que las otras dos lo igualaban a 114-114. Este resultado dejó a muchos con la boca abierta. Este resultado dejó a muchos rascándose la cabeza.
Roach demostró ser más duro de lo esperado. Mantuvo el ritmo de Davis durante toda la pelea, haciéndola competitiva de principio a fin.
Un momento clave se produjo en el noveno asalto. Davis recibió un rodillazo y se fue a su esquina. El árbitro no le dio cuenta. Esta decisión podría haber cambiado el resultado. Si Roach hubiera conseguido un asalto 10-8 allí, habría ganado la pelea.
Terence Crawford compartió sus pensamientos en las redes sociales después de la pelea:
"Roach ganó y eso debería haber sido llamado un derribo. Robaron a ese chico y es una locura. Nunca había visto a nadie dar un rodillazo y que no lo contaran como derribo. Deben haber olvidado las reglas de esta noche".
Davis explicó por qué se arrodilló. Dijo que la grasa goteaba de su pelo a sus ojos, haciendo que le ardieran. Ahora, quiere volver a pelear con Roach de inmediato.
Este empate podría cambiar los planes de Davis. Se esperaba que se enfrentara al campeón del CMB, Shakur Stevenson, en un combate de unificación. Pero ahora, la revancha con Roach podría ser lo primero.
Stevenson también dio su opinión sobre la actuación de Davis. El mundo del boxeo estará muy atento a lo que suceda en la división de peso ligero.
El polémico final dejó a aficionados y expertos debatiendo mucho después de la campana final. Está claro que esta historia aún no ha terminado.