George Foreman, uno de los mejores boxeadores de los pesos pesados, admite que había un combate que sabía que no podía ganar a pesar de pedirlo: la revancha con Muhammad Ali.
La carrera boxística de Foreman comenzó en 1969 y duró 30 años. Ganó una medalla de oro olímpica en los Juegos de Verano de 1968 en Ciudad de México y se proclamó campeón del mundo de los pesos pesados en dos ocasiones. En enero de 1973, noqueó a Joe Frazier en Jamaica, consolidando su condición de púgil formidable.
El legendario combate entre Foreman y Ali, conocido como el "Rumble In The Jungle", tuvo lugar en 1974 en Kinshasa, Zaire. Ali detuvo a Foreman en el octavo asalto, utilizando su infame estilo de "rope-a-dope" para superar en duración y maniobrabilidad a su oponente.
Tras el combate, Foreman afirmó que quería la revancha. En una entrevista en YouTube, dijo:
"Me llamó una vez y hablamos por teléfono de hacer un combate. Haré el combate, pero tienes que contratar a Dick Sadler. Le dije que nunca volvería a trabajar con Sadler. No quería pelear conmigo. Mencionó a Dick, así que tenía una buena razón para no pelear conmigo".
Sin embargo, Foreman ha cambiado de opinión recientemente. En las redes sociales, admitió:
"Una vez en el ring con el gran Ali fue suficiente para mí. Si hubiera cambiado mi enfoque entonces él [tendría] otro plan. Nada supera a algunos boxeadores, salvo el tiempo".
La carrera de Ali llegó a su fin tras su derrota ante Trevor Berbick en 1981. Falleció en 2016 a los 74 años, tras una larga batalla contra la enfermedad de Parkinson.
La confesión de Foreman demuestra el profundo respeto que sentía por las habilidades y la adaptabilidad de Ali en el ring. También pone de relieve las complejas relaciones y estrategias que a menudo se desarrollan entre bastidores en el boxeo profesional.