La pelea de Canelo con Terence Crawford, prevista para septiembre, se canceló, dejando a los aficionados al boxeo confundidos. Ahora, la superestrella mexicana tiene la mira puesta en Jake Paul, la sensación de las redes sociales convertido en boxeador.
Paul subió al ring por última vez en noviembre, venciendo a Mike Tyson en un combate que levantó ampollas. Desde entonces, ha estado buscando su próxima gran pelea, y Canelo encaja a la perfección.
Turki Alalshikh, el impulsor de Riyadh Season, se ha convertido en una figura importante del boxeo en el último año y medio. Insistió mucho en la pelea Canelo-Crawford, pero ahora que ya no está sobre la mesa, la atención se ha centrado en el combate Paul.
El promotor Frank Warren, que ha trabajado estrechamente con Alalshikh, compartió información privilegiada sobre las negociaciones:
"Se dice que están intentando que Canelo se enfrente a Jake Paul y que uno de los puntos de fricción es quizá el peso. El dinero lo determinará".
Warren quiere que se celebre el combate contra Crawford, pero la cuestión del peso de Canelo contra Paul es un verdadero problema.
Canelo ha disputado sus últimos cinco combates en las 168 libras, donde ostenta los títulos de peso supermedio del CMB, la AMB y la OMB. Paul, por su parte, ha rebotado alrededor de la báscula.
En su controvertida victoria sobre Tyson, Paul pesó 227 libras. Antes de eso, peleó en el límite de peso crucero de 200 libras durante tres peleas consecutivas. Su peso más ligero llegó en febrero de 2023, cuando perdió ante Tommy Fury con 183 libras.
Encontrar un peso que funcione para ambos boxeadores será difícil. Canelo no querrá alejarse demasiado de su zona de confort, mientras que Paul tendrá que recortar una cantidad significativa para acercarse a la categoría de peso de Canelo.
Los dos bandos tendrán que hacer números y llegar a un acuerdo. Como dijo Warren, es probable que el dinero desempeñe un papel importante en la realización de este combate.