George Foreman revela el peso pesado que le hizo temblar: "Era una pesadilla"

Ronald Crawley 24 de Enero de 2025 a las 21:10

George Foreman, una leyenda del boxeo, ha admitido que no quería tener nada que ver con Mike Tyson en el ring. El ex campeón de los pesos pesados hizo esta sorprendente revelación durante una reciente entrevista con Max Kellerman.

La carrera de Foreman abarcó tres décadas e incluyó algunos logros increíbles. Ganó el campeonato mundial de los pesos pesados en dos ocasiones y está considerado uno de los mejores pesos pesados de la historia del boxeo. Su récord como campeón mundial de los pesos pesados de más edad sigue vigente hoy en día.

La carrera del boxeador tuvo tres fases distintas. Su carrera inicial terminó en 1977 con una sorprendente derrota ante Jimmy Young. Después, Foreman se alejó de los cuadriláteros durante una década para convertirse en predicador. Las dificultades económicas le devolvieron al boxeo, lo que dio lugar a un regreso extraordinario.

El punto culminante del regreso de Foreman se produjo a finales de 1994, cuando derrotó a Michael Moorer y conquistó los títulos de la AMB y la FIB. Esta victoria le consolidó en la historia como el campeón mundial de los pesos pesados de más edad.

A lo largo de su carrera, Foreman se enfrentó a muchos rivales notables, como Muhammad Ali, Joe Frazier y Ken Norton. Pero hay un boxeador al que se alegra de no haber tenido que enfrentarse nunca: Mike Tyson.

En una entrevista con Max Kellerman, Foreman explicó por qué veía a Tyson como una "pesadilla" en el cuadrilátero:

"Le llamaba Mike 'Pesadilla' Tyson, ese tipo era una pesadilla en el ring, de verdad. Si fallaba con la izquierda y luego fallaba con la derecha, te mordía. No quería tener nada que ver con ese tipo".

Aunque los rumores sugerían que Foreman y Tyson estuvieron a punto de pactar un enfrentamiento a principios de los 90, la pelea nunca se materializó. El estilo único de Tyson ya le había convertido en el campeón mundial de los pesos pesados más joven de la historia en 1986, cuando noqueó a Trevor Berbick en el segundo asalto.

La confesión de Foreman arroja nueva luz sobre el respeto y quizá el miedo que Tyson inspiraba en el mundo del boxeo, incluso a uno de los campeones más formidables de este deporte.

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