Larry Holmes, uno de los pesos pesados más importantes del boxeo, ha hablado del único combate del que se arrepiente en sus casi tres décadas de carrera. En un clip reaparecido, el ex campeón indiscutible de los pesos pesados habla de su combate de 1980 con Muhammad Ali.
Holmes, que ahora tiene 75 años, ostentó el título de los pesos pesados durante siete años, de 1978 a 1985. Durante su carrera, acumuló un impresionante récord de 69 victorias en 75 combates. El Asesino de Easton, como se le conocía, derrotó a algunos de los mejores del mundo, como Trevor Berbick y Leon Spinks. Era famoso por tener uno de los mejores jabs de la historia del boxeo.
Pero es su combate contra Muhammad Ali en octubre de 1980 el que Holmes recuerda ahora con pesar. En aquella época, la salud de Ali empeoraba lentamente y mucha gente no podía creer que se permitiera el combate.
Holmes ganó el combate y defendió su título de los pesos pesados del CMB noqueando a Ali en el 10º asalto de los 15 previstos. Pero no se sentía bien por ello. Dijo:
"Estaba en una situación sin salida, eso es lo que dije entonces y lo digo ahora. Porque si vencía a Ali, bueno, él era viejo, no podía pelear más, debería haberlo dejado. Y eso es con lo que tuve que vivir hasta que le gané, y le dije al árbitro que parara esta pelea, que no dejara que este hombre se llevara la pelea y él me dijo 'cállate y boxea'".
Ali, conocido como "The Greatest", solo peleó una vez más después de su derrota ante Holmes antes de retirarse. Falleció en 2016 tras una larga batalla contra la enfermedad de Parkinson, dejando tras de sí un legado que fue mucho más allá del ring de boxeo.
Las palabras de Holmes muestran lo duro que puede ser para los boxeadores enfrentarse a leyendas envejecidas. Incluso una victoria puede parecer una derrota cuando te enfrentas a alguien que ya ha pasado su mejor momento. Para Holmes, vencer a Ali no era sólo por el combate, sino por cómo vería la gente la victoria, y eso es algo que lleva consigo desde entonces.
