Terence Crawford noqueó a Errol Spence Jr. en el noveno asalto de su combate por el título del peso welter el pasado mes de julio. El combate, celebrado en el T-Mobile Arena de Las Vegas, acabó con Crawford como campeón indiscutible de las 147 libras.
Muchos aficionados y expertos en boxeo pensaban que el combate sería reñido. Ambos púgiles llegaban invictos, Spence con los cinturones de la AMB, el CMB y la FIB, y Crawford con el de la OMB. Pero Crawford dominó desde el principio, sorprendiendo a Spence con su potencia y habilidad.
Después del combate, Spence habló de cómo la fuerza de Crawford le pilló desprevenido.
"Es un tipo fuerte", dijo Spence. "Me di cuenta de su poder probablemente en el primer o segundo asalto. Ya sabes, todo el mundo en este nivel superior tiene algún tipo de poder. Pero creo que como mi ritmo no era el adecuado, me pilló entre golpe y golpe".
La victoria de Crawford le convirtió en el primer campeón indiscutible del peso welter en la era de los cuatro cinturones. Sumó los tres títulos de Spence a su propio cinturón de la OMB, consolidando su lugar como uno de los mejores boxeadores libra por libra del mundo.
Desde la derrota, Spence no ha vuelto a pelear. Podría subir al peso superwelter para su próximo combate, con Sebastián Fundora, campeón de la OMB y el CMB en esa división, como posible rival.
Crawford, por su parte, quiere un reto aún mayor. Está llamando a Canelo Álvarez, campeón unificado del peso supermedio, para lo que sería una pelea masiva entre dos de las mayores estrellas del boxeo.