Oleksandr Usyk y Tyson Fury se subieron a la báscula para su gran revancha en Riad (Arabia Saudí). El pesaje tuvo lugar justo un día antes de que luchen por el campeonato indiscutible de los pesos pesados.
Fury llegó con la friolera de 281 libras, el mayor peso que ha tenido nunca para un combate. Se presentó completamente vestido, incluso con una chaqueta de cuero. Usyk pesó 226 libras, unos kilos más que en su primer combate, y también llevaba la ropa puesta.
Estos pesos cuentan una historia interesante. Fury bajó 15 libras desde su última pelea contra Francis Ngannou, donde pesó 277 libras. Pero sigue siendo mucho más pesado que cuando se enfrentó por primera vez a Usyk con 262 libras. Algunos fanáticos piensan que este peso extra significa que Fury va por un nocaut temprano.
El peso de Usyk no ha cambiado mucho desde que subió a peso pesado en 2019. Comenzó alrededor de 215lbs, subió a 221lbs para la pelea de Anthony Joshua, y fue 223lbs para su primer enfrentamiento con Fury. Ahora está en 226lbs.
La primera vez que estos dos se enfrentaron fue en mayo. Usyk ganó por decisión dividida y estuvo a punto de detener a Fury en el noveno asalto. Fury no perdió el tiempo y utilizó su cláusula de revancha para tener otra oportunidad con los cinturones del CMB, la OMB y la AMB de Usyk.
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El rey gitano viene claramente a por un nocaut temprano",dijo un entusiasmado aficionado tras ver el peso de Fury.
Pero no todo el mundo está de acuerdo. A algunos les preocupa que las 281 libras sean demasiado para Fury, y dicen que podría quedar atrapado si intenta apoyarse en el pequeño Usyk.
El combate se celebrará mañana en Riad (Arabia Saudí). Pronto veremos si el peso extra de Fury o la consistencia de Usyk marcarán la diferencia en este enorme enfrentamiento de pesos pesados.