Tyson Fury y Oleksandr Usyk se preparan para su gran revancha del 21 de diciembre. Fury quiere desquitarse de la derrota sufrida ante Usyk a principios de año, su primera como boxeador profesional.
Usyk tiene todo un récord. Nunca ha perdido una pelea profesional, ganó el oro en los Juegos Olímpicos y fue el campeón indiscutible del peso crucero en 2018. Ahora es el campeón de peso pesado después de vencer a tipos como Anthony Joshua, Derek Chisora y el propio Fury en mayo.
Fury ya ha estado en esta situación. Volvió fuerte después de perder contra Deontay Wilder, ganando su revancha. Ahora dice que detendrá a Usyk esta vez.
Ambos púgiles han estado ocupados preparándose. Fury dice que no se tomó la primera pelea lo suficientemente en serio. Usyk no se lo cree, se rió al oír las amenazas de Fury. A dos semanas del combate, Usyk parece estar en plena forma.
Shannon Briggs, que también fue campeón de los pesos pesados, cree que va a ser un combate duro. Dijo a los entrevistadores:
"Fury estará mejor preparado que en el primer combate. Si Fury gana, habrá un tercer combate".
Si Fury gana, probablemente los veremos enfrentarse una vez más para arreglar las cosas. Pero si Usyk vuelve a ganar, podría acabar enfrentándose a Daniel Dubois. Usyk ya ha derrotado a Dubois una vez por nocaut, pero Dubois es ahora el campeón de los pesos pesados de la IBF, así que sería por todas las canicas.
Usyk está tratando de hacer algo muy especial aquí. Aspira a ser campeón indiscutible de los pesos crucero y pesado, como Evander Holyfield.
Con ambos púgiles hambrientos de victoria, esta revancha se perfila como un auténtico clásico del boxeo.