Como profesionales, ambos luchadores tomaron caminos diferentes hacia la cima. Bowe se hizo famoso por su estilo agresivo y sus potentes golpes. Alcanzó la cima de este deporte en 1992, cuando se proclamó campeón indiscutible de los pesos pesados tras una controvertida victoria sobre Evander Holyfield. Lewis, por su parte, se convirtió en uno de los pesos pesados más completos de la historia. Consiguió el cinturón del CMB al vencer a Razor Ruddock en una eliminatoria final.
El escenario parecía preparado para un choque épico cuando el CMB ordenó a Lewis que se enfrentara a Bowe. Los aficionados estaban entusiasmados con la oportunidad de ver a estos dos boxeadores saldar sus cuentas olímpicas. Pero las cosas no salieron como se esperaba.
Bowe se negó a pelear con Lewis y renunció a su cinturón del CMB. Incluso tiró el cinturón a un cubo de basura, haciendo una declaración que acaparó los titulares. Este movimiento llevó a Lewis a ser nombrado campeón absoluto del CMB sin lanzar un solo puñetazo.
Lewis defendió su título tres veces antes de sufrir una sorprendente derrota ante Oliver McCall. La carrera de Bowe también sufrió un revés cuando perdió los cinturones que le quedaban en la revancha con Holyfield.
Bowe ha dicho que su decisión de evitar el combate con Lewis se debió a negocios y a sus problemas con el CMB. Pero Lewis lo ve de otra manera. En una entrevista reciente con Sporting News, Lewis culpó al mánager de Bowe, Rock Newman.
"Rock Newman no quería que su hijo de oro en aquel momento, que estaba creando riqueza para él, se arriesgara y luchara contra el tipo que le derrotó en los Juegos Olímpicos de 1988. Sé que si dependiera de Riddick Bowe esa oportunidad, creo que tal vez habría elegido pelear conmigo porque somos guerreros y gladiadores. Eso es lo que hacemos. Pero cuando tu mánager te aleja del tipo que te venció, está hablando sin usar palabras".
Lewis cree que Bowe habría querido pelear de no ser por la presión externa. Evander Holyfield, que peleó dos veces contra Lewis y mantuvo una trilogía con Bowe, cree que Bowe habría ganado si la pelea se hubiera producido antes de que Lewis se asociara con el entrenador Emanuel Steward.
La saga Lewis-Bowe sigue siendo una de las grandes incógnitas del boxeo, dejando a los aficionados con el eterno debate de lo que podría haber sido este combate de pesos pesados que nunca llegó a ser.