"La gente cree en el sueño del dinero y la popularidad. Cuando lo consigues, todo resulta ser mentira. Cuando lo tienes todo, el mundo no tiene nada más que ofrecerte. Es como no tener nada. Aunque cuando no tienes nada, lo quieres todo. Puede que no te guste tu trabajo estándar de nueve a cinco. Pero puedes hacer lo de siempre, ir donde quieras. Nadie te hace preguntas, nadie se te acerca cada minuto. No puedo ir a ninguna parte, es una tortura. Ni siquiera puedo comer en un restaurante. La gente me cuelga del cuello para hacerse fotos. Me dan ganas de darles una patada en los dientes porque no muestran ni un ápice de respeto por alguien que han visto en la tele.
Esto es terrible, tal y como el peor enemigo no desearía...", - cita Fury a The Guardian.