En los prolegómenos del combate, Ryan García mostró un comportamiento peculiar, que incluyó acusaciones infundadas sobre el precio de las entradas y cuestionamientos de las motivaciones de Haney. También consumió alcohol durante el pesaje oficial y admitió haber fumado y bebido durante todo el periodo de entrenamiento. A pesar de estas distracciones, García tuvo una magnífica actuación en el cuadrilátero, derribando a Haney tres veces ayudado por un potente gancho de izquierda.
Sin embargo, los controles antidopaje posteriores revelaron que García no había superado los controles previos y posteriores al combate. Desde entonces, el boxeador ha proclamado su inocencia, sugiriendo posibles causas de contaminación no intencionada, como suplementos o ingestión accidental. Carl Froch abordó estas cuestiones en su podcast "Froch on Fighting", expresando su escepticismo ante cualquier afirmación de haber sido incriminado debido a sus dudas sobre la manipulación de los procesos de análisis de la VADA.
Estableciendo paralelismos entre la situación de García y un caso similar en el que estaba implicado Conor Benn, Froch subrayó la necesidad de una clara demostración de inocencia por parte de García si espera continuar su carrera sin una mancha permanente. Conor Benn se sometió anteriormente a un proceso para demostrar que no era culpable tras acusaciones similares.
En la actualidad, Ryan García se mantiene firme en su afirmación de que no es culpable mientras lidia con las inminentes consecuencias que podrían incluir la prohibición de boxear. El promotor Eddie Hearn ha revelado que Haney está muy interesado en garantizar que se tomen las medidas adecuadas contra García por estas infracciones.