"Sólo confía en su pegada, con la esperanza de aplastarme físicamente. Sin embargo, yo me centro en mi inteligencia en el cuadrilátero, mi experiencia y mis habilidades boxísticas. Después de todo, no soy un tipo cualquiera de la montaña o un chico nuevo en la calle. He conocido a los mejores, y Prograis se sorprenderá de mi fuerza. Con la transición a una categoría de peso superior, yo mismo gané fuerza", declaró el estadounidense, hasta hace poco campeón absoluto del peso ligero.
"No estoy interesado en unificar los títulos de superligero, sólo buscaré las mejores peleas posibles para ganar mucho dinero. Creo que con 63,5 kilos seré más rápido, mejor y más fuerte. La gente no se da cuenta de la diferencia que pueden suponer dos kilos. Ya no entreno para perder esos últimos kilos, sino para ser mejor persona. Y llevo boxeando en peso ligero desde los diecisiete años", añadió Haney.