Julio César Chávez Jr. (53-6-1, 34 KOs) en algún momento siguió los pasos de su gran y legendario padre, y en 2011-12 incluso fue campeón mundial de peso medio, pero hoy es sólo una sombra de lo que fue como boxeador, y lo peor de todo, como persona. No es ningún secreto que el descendiente del "Emperador" luchó con problemas con el alcohol y las drogas. A veces ganaba la pelea, a veces la perdía, pero ahora parece estar muy noqueado.
El 24 de octubre, la esposa de Chávez Jr., Frida Chávez, de 37 años, se puso en contacto con la policía para pedir ayuda. Estaba preocupada por el estado de su marido, ya que había tomado un gran número de drogas fuertes. También pidió ayuda médica. De acuerdo con la ley, los médicos obligaron al ex campeón a pasar 72 horas en observación en un hospital psiquiátrico.
"Lo siento por mi hijo. Tiene hijos pequeños y no puede disfrutar en absoluto. "Tengo miedo de que se vuelva loco o le dé un infarto por todas las pastillas que está tomando", dijo Chávez padre.