Más de 17 años después de ganar su primer título de campeón, Ricky Hatton (45-3, 32 KOs) volvió a su escenario favorito en Manchester. Ayer, otra leyenda chocó con el británico: Marco Antonio Barrera (67-7, 44 KOs).
El Hitman y el Baby Face Killer volvieron ayer al ring para disputar ocho asaltos de demostración de dos minutos. Ambos se lo pasaron en grande, y Hatton, en particular, reveló que ha pasado mucho tiempo en el gimnasio últimamente. Inmediatamente después del combate, el británico no ocultó su emoción, disfrutando de una velada maravillosa.
"He conseguido todo lo que quería e incluso más. Me preguntaba cómo resultaría, porque Marco y yo somos amigos, pero también somos personas orgullosas, y en un ambiente caluroso y con una gran multitud, las emociones estaban a flor de piel. Fue genial, nos divertimos, tuvimos todo lo que queríamos", dijo Hatton tras el combate.
"He hecho muchas cosas buenas en el boxeo: la velada con Kostya Tszyu, cuando gané el título mundial, la pelea en Las Vegas, donde mis fans vinieron a apoyarme. Esta noche también será uno de mis mejores recuerdos", dijo el ex campeón del peso superligero de la FIB y de la AMB, así como del peso welter de la AMB.
