Ortiz (16-0-1, 8 KOs) está decidido a estropear el regreso de Lomachenko (16-2, 11 KOs), que entrará en su pelea como favorito. Si el dos veces olímpico da la razón a las casas de apuestas, Bob Arum, su actual promotor, intentará subirlo al ring contra el actual campeón indiscutible del peso ligero, Devin Haney.
Si Lomachenko derrota a Haney, en la siguiente pelea, Arum le ofrecerá defender su trono absoluto con Shakur Stevenson. En cualquier caso, ante la posibilidad de una pelea tanto con Haney como con Stevenson, Lomachenko declaró en una de sus últimas entrevistas que, a pesar de que Haney (29-0, 15 KOs) posee todos los títulos del peso ligero, está considerando a Stevenson ( 19-0,9 KOs) como su rival más duro posible.
"Creo que la pelea con Shakur Stevenson será más difícil", dijo Lomachenko en una entrevista. "Creo que es más técnico".
Haney, como él mismo ya ha declarado, estará encantado de enfrentarse a Lomachenko a principios del año que viene, después de dos viajes a Melbourne para luchar contra George Kambosos Jr. El resultado final fue histórico, ya que Haney se convirtió en el púgil más joven de la era de los cuatro cinturones en conseguir la condición de campeón indiscutible.
Stevenson, por su parte, tras no alcanzar el límite del peso superpluma antes de su última salida contra Robson Conceição, anunció que continuaría su carrera en el peso ligero.
Stevenson acepta abiertamente la oportunidad de enfrentarse a Lomachenko en su pelea de debut en los 61 kg. Sin embargo, dado que Haney se aferra firmemente a todos los títulos mundiales, en su nueva categoría de peso, es más probable que el ex medallista de plata olímpico se enfrente a Haney en su nueva categoría de peso. El trío formado por Haney, Lomachenko y Stevenson parece estar encaminado a dar un golpe entre ellos, y el ex campeón unificado de peso ligero mantendrá a Stevenson en vilo.