Deontay Wilder rompe a llorar en Los Traidores mientras declara que 'NO PUEDE seguir'

Deontay Wilder, boxeador profesional de 38 años, mostró un inesperado lado emocional en el reality show "Los Traidores". Durante la serie, con el dramático telón de fondo de un antiguo castillo escocés, se vio a Wilder entre lágrimas diciendo,

"No sé cuánto podré seguir. Mi corazón. No puedo seguir con esto, tío. Esta mierd* me está f*****g demasiado". Esto ocurrió después de que su influencia provocara la eliminación de Maks Chmerkovskiy.

Maks Chmerkovskiy, bailarín de 43 años de "Dancing with the Stars", fue acusado falsamente de engaño y desterrado durante el tercer episodio de la segunda temporada. Alegó su inocencia declarando: "Lo prometo, nada de discursos largos. Soy un fiel".

La ex alumna de Real Housewives Phaedra Parks intentó consolar a Wilder diciéndole que no llorara y reconociendo que "es un juego duro". Además, añadió información sobre la lucha de Wilder comentando: "Es un campeón de boxeo y por eso sé que hacer esto por primera vez definitivamente le está pasando factura."

Además de Wilder y Parks, otras personalidades como Ekin-Su Cülcüloğlu, de Love Island UK, John Bercow, ex político británico, Tamra Judge, otra ex alumna de Real Housewives, y Kevin Kreider, de Bling Empire, forman parte del reparto del programa. Kreider se dirigió directamente a Wilder para apoyarle: "Deontay, te necesitamos, tío".

"Los traidores", presentado por Alan Cumming, enfrenta a los participantes entre sí mientras compiten por un premio de 250.000 dólares. Mientras los concursantes "fieles" trabajan en cooperación para acumular el dinero e identificar a los traidores entre ellos, los "traidores" pretenden eliminar a los demás en silencio para reclamar para sí todo el dinero del premio. La tensión es máxima y los objetivos finales directamente opuestos.

Alan Cumming se muestra decepcionado por la facilidad con la que los concursantes fieles se vuelven unos contra otros: "Fieles, habéis dado otro golpe decisivo. Desgraciadamente, ha sido contra vosotros mismos", dijo seriamente antes de advertir de la necesidad de mejorar la estrategia de equipo antes de la siguiente ronda de debate: "Hay que recalibrar... Pero eso tendrá que esperar a mañana".

Los votos en contra de Chmerkovskiy se acumularon rápidamente, con diez decisiones en su contra, lo que causó ondas destructivas en la moral del equipo y provocó la visible angustia de Deontay Wilder por formar parte de la expulsión de alguien a quien no consideraba un traidor.

Wilder se planteó abandonar después de este intenso episodio que se emitió ante millones de personas en todo Estados Unidos. La estrategia y las alianzas son cruciales, ya que ahora los equipos deben anticiparse a los movimientos con cautela o se arriesgan a entregar la victoria a quienes menos sospechan: los siempre vigilantes traidores que esperan su oportunidad para hacerse con todo.