"Nunca lloré, pero en aquella época Bisping y yo éramos como hermanos. Ahora ya no estamos tan unidos, porque hubo algunos desacuerdos entre nuestros mánagers. Sin embargo, en aquella época, yo, Cheick Kongo y Michael éramos como hermanos.
Nunca lloré cuando me noquearon, pero cuando Dan Henderson noqueó a Bisping, lloré en el vestuario. Fue un nocaut tan duro que me sentí mal. Decidí que quizá no le había ayudado lo suficiente en los entrenamientos. Me dio pena", afirma BJ Penn citando al estadounidense.