"Seré sincero, sentí que iba a llorar como un bebé. Mi capítulo en la UFC ha terminado, y Dana y yo sabíamos que esta sería mi última pelea en la liga. Pero ahora me he dado cuenta de que éste no es el final de mi vida. Después de salir del octágono, me examinó un médico. Y en el hotel recibí un regalo de la dirección de la liga: un precioso anillo con un diamante y el logotipo de Pitbull.
Definitivamente, mi carrera no ha terminado, ya que pienso batir un par de récords más. Por ejemplo, el de Bernard Hopkins, que actuó a los 48 años. He tenido un hijo, así que necesito algo que hacer durante un par de años más", declaró Orlovsky a MMA Fighting.