George Foreman, una leyenda del boxeo, una vez renunció a sus títulos mundiales para evitar pelear contra Tony Tucker. El ex campeón de pesos pesados hizo esta sorprendente confesión años después de los hechos.
La carrera de Foreman tomó un camino inusual. Se alejó del ring en 1977 y permaneció fuera durante una década. Cuando regresó en 1987, tenía un objetivo claro: recuperar el campeonato mundial de pesos pesados. Intentó y fracasó contra Evander Holyfield y Tommy Morrison. Pero tuvo suerte en el tercer intento contra Michael Moorer en 1994. Foreman detuvo a Moorer en el décimo asalto, reclamando tanto los títulos de peso pesado de la WBA como de la IBF.
Ahí es cuando las cosas se pusieron interesantes. Después de vencer a Moorer, Foreman enfrentó la presión de defender sus títulos contra Tony Tucker. ¿Su respuesta? Decidió renunciar a los cinturones.
Hablando en la Oxford Union, Foreman explicó su decisión:
"Intentaron obligarme a pelear contra Tony Tucker después de haber vencido a Michael Moorer y recuerdo mirar a Tony Tucker y decir 'mamá no crió tontos. No lo voy a pelear.'
Y tomaron los títulos. Algunas personas contra las que no voy a pelear. Esa es la buena razón, no quería pelear contra él. Demasiado duro. Tengo que decir la verdad."
Tucker tenía una reputación como un oponente difícil. Mantuvo el título de peso pesado de la IBF durante solo 64 días en 1987, perdiéndolo ante Mike Tyson. Después de eso, desafió por títulos mundiales varias veces más, enfrentándose a Bruce Seldon, Herbie Hide y Lennox Lewis.
La confesión de Foreman arroja luz sobre las complejas decisiones que los peleadores toman en sus carreras. A veces, incluso los boxeadores más duros deciden que la discreción es la mejor parte del valor.