Mike Tyson, una vez el peso pesado más temido del boxeo, ha criticado la imagen de tipo duro de Evander Holyfield. En una entrevista pasada, Tyson cuestionó el espíritu guerrero de su antiguo rival, mencionando sus infames combates.
Tyson irrumpió en el mundo del boxeo en 1985 y rápidamente dejó su huella. Consiguió su primer título mundial en 1986, noqueando a Trevor Berbick en el segundo asalto para convertirse en campeón de peso pesado del WBC a solo 20 años. Para los 21, había unificado los títulos WBC, WBA e IBF, consolidando su lugar como el rey indiscutido del peso pesado.
Pero el reinado de Tyson sufrió un gran tropiezo cuando se enfrentó a Evander Holyfield. El campeón indiscutido de dos pesos resultó ser la kryptonita de Tyson, venciéndolo dos veces. Su primer choque en 1996 vio a Holyfield detener a Tyson en la penúltima ronda, arrebatándole su título de peso pesado del WBA.
Su revancha en 1997 se convirtió en uno de los momentos más notorios del boxeo. En el tercer asalto, Tyson pareció morder la oreja de Holyfield, lo que llevó al árbitro Mills Lane a descalificarlo. Este incidente le otorgó al combate su infame apodo: "La Pelea de la Mordida".
En una entrevista pasada, Tyson compartió su versión de la historia:
"No recuerdo lo que dije en ese momento, pero le dije 'él me cabeceó'. Me quejé de eso en la primera pelea."
Tyson no se detuvo ahí. Pasó a cuestionar la fortaleza de Holyfield:
"¡Escucha, Holyfield no es el guerrero fuerte que dice ser! ¡Yo tengo un ojo! Él no está impedido, tiene orejas. Yo tengo un ojo, si él me quita uno, tengo otro. Yo estaba listo para pelear, él no quería pelear."
Estos comentarios muestran la frustración persistente de Tyson sobre las peleas, incluso años después. Parece sugerir que Holyfield exageró el impacto de la mordida, implicando que no era tan fuerte como su reputación sugiere.
La "Pelea de la Mordida" sigue siendo uno de los momentos más comentados del boxeo, un marcado contraste con el brillo técnico que hizo de ambos hombres campeones. Los comentarios de Tyson añaden otra capa a esta compleja rivalidad, mostrando que incluso décadas después, las emociones de esos combates siguen siendo intensas.