Wilder volverá al ring el 27 de junio en Wichita, Kansas. Se enfrentará a Tyrrell Anthony Herndon en un combate a 10 asaltos, que supondrá su regreso tras perder por nocaut técnico ante Zhilei Zhang.
Pero el regreso de Wilder no se limita a su próximo combate. Tiene la vista puesta en objetivos mayores. En una reciente charla con TMZ en el aeropuerto de Los Ángeles, Wilder no se anduvo con rodeos a la hora de hablar de su rivalidad con Jarrell "Big Baby" Miller.
"Espero que ya haya pagado por su entierro", dijo Wilder. "Si lo viera hoy, le daría una buena bofetada ahora mismo. Yo no me ando con tonterías".
Las críticas de Miller a Wilder provocaron este acalorado intercambio, echando más leña al fuego de su incipiente rivalidad.
Las ambiciones de Wilder van más allá de las rencillas personales. Vuelve a aspirar a lo más alto de la división de los pesos pesados.
"Es mi regreso. Voy a por todos los cinturones de la división de los pesos pesados", declaró Wilder en la entrevista con TMZ.
El actual campeón indiscutible de los pesos pesados, Oleksandr Usyk, encabeza la lista de objetivos de Wilder. Pero no es el único en el punto de mira de Wilder. El Bombardero de Bronce también ha expresado su interés en enfrentarse a Francis Ngannou, ampliando aún más sus posibles oponentes.
Con 43 victorias, 4 derrotas y la asombrosa cifra de 42 nocauts en su haber, el poder de Wilder no puede ser ignorado. Sin embargo, a sus 39 años, persisten las dudas sobre si podrá recuperar su antigua gloria.
Mientras Wilder se prepara para su regreso, el mundo del boxeo lo observa con gran expectación. ¿Se levantará de nuevo el Bombardero de Bronce, o el tiempo ha alcanzado al otrora temido artista del nocaut? Sólo el tiempo lo dirá cuando Wilder vuelva al cuadrilátero, decidido a demostrar que sigue siendo una fuerza en la división de los pesos pesados.