La carrera de Tyson empezó con fuerza en 1985, cuando sólo tenía 18 años. Acumuló 19 victorias por KO, 12 de ellas en el primer asalto. Tras sólo 18 meses como profesional, arrebató el título de los pesos pesados del CMB a Trevor Berbick, noqueándole en el segundo asalto. Esta victoria convirtió a Tyson en el campeón de los pesos pesados más joven de la historia.
No se detuvo ahí. Tyson añadió los títulos de la AMB y la FIB a su colección, convirtiéndose en el campeón indiscutible de los pesos pesados. Por el camino venció a rivales tan duros como James Smith y Tony Tucker. El reinado del terror de Tyson en el cuadrilátero dominó la década de los ochenta y principios de los noventa.
Pero cuando se trata de los más grandes de todos los tiempos, Tyson coloca a Ali en un pedestal por encima de todos los demás, incluido él mismo. En la entrevista, Tyson no paraba de elogiar a Ali:
"No hay ningún hombre como él, simplemente no lo hay. Nos supera en todo lo que tenemos. Era un animal, parecía más un modelo que un boxeador. Es como un Tiranosaurio Rex con una cara bonita, es malo y malvado, te llevará a aguas profundas y te ahogará. Es muy especial. El mejor. Nadie le gana a Ali. No puedo vencer a ese hombre, diablos no. De ninguna manera".
Ali, ampliamente conocido como "El Más Grande", se ganó su reputación con victorias sobre leyendas del boxeo como Sonny Liston, Joe Frazier y George Foreman. Su momento icónico llegó en el "Rumble in the Jungle" contra Foreman, que cimentó su estatus como uno de los mejores púgiles de todos los tiempos.
Las palabras de Tyson tienen peso, viniendo de un hombre que una vez infundió miedo en los corazones de los pesos pesados de todo el mundo. Su admisión de que no pudo vencer a Ali dice mucho del respeto que siente por "El Más Grande" y por el legado perdurable de Ali en el deporte del boxeo.