La carrera de Hopkins abarcó casi 30 años, comenzando con una derrota en su debut en 1988. Luchó hasta los 51 años, cuando se retiró tras su último combate contra Joe Smith Jr en diciembre de 2016. Esa pelea marcó la única vez que Hopkins fue detenido en su carrera profesional, ya que fue noqueado fuera del ring.
Durante su increíble carrera, Hopkins estableció el récord como el campeón mundial más viejo en la historia del boxeo, ganando el título de peso semipesado a los 49 años.
Cuando se le preguntó por los púgiles más duros a los que se había enfrentado, Hopkins no dudó en nombrar a Antwun Echols como su mejor rival. Explicó:
"Antwun Echols: Golpeaba, no era rápido. Aporreaba. También Félix Trinidad, pero eso es todo. Era realmente unidimensional. Tuvo mucho éxito luchando contra gente unidimensional. Eso no es un golpe contra él, pero cuando te encuentras con un Bernard Hopkins, que es más que unidimensional, entonces tienes un problema. Kovalev era un gran pegador, pero voy a quedarme con Antwun Echols, podría romper".
Echols se enfrentó a Hopkins en dos ocasiones por el título de peso medio de la IBF. Su primer enfrentamiento, en diciembre de 1999, terminó con la victoria de Hopkins por decisión unánime. Doce meses después, volvieron a verse las caras, y Hopkins consiguió una victoria por nocaut técnico en el décimo asalto.
A pesar de su potencia, la carrera de Echols decayó en los últimos años. Sólo ganó uno de sus últimos 21 combates, lo que parecía la trayectoria de un profesional. Lamentablemente, Echols falleció en 2023 a la edad de 52 años tras luchar contra la diabetes.
La capacidad de Hopkins para resistir a pegadores tan potentes a lo largo de su carrera dice mucho de su durabilidad y habilidad. Sus reflexiones ofrecen una visión fascinante del mundo del boxeo de élite, en el que incluso los pegadores más duros pueden ser superados por un púgil con habilidades multidimensionales.