Larry Holmes, la leyenda del boxeo de los pesos pesados, ha compartido una sorprendente anécdota de su época de aficionado. El ex campeón del mundo admitió que una vez abandonó durante un combate de prueba olímpica contra Nick Wells.
Holmes, conocido como "El Asesino de Easton", tuvo una carrera de casi 30 años. Fue campeón del mundo de los pesos pesados durante siete años, de 1978 a 1985. Muchos consideran su golpe de izquierda uno de los mejores de la historia del boxeo.
En su carrera profesional, Holmes permaneció invicto en sus primeros 48 combates. Logró notables victorias sobre Ken Norton, Earnie Shavers, Tim Witherspoon y Muhammad Ali. Su primera derrota llegó a manos de Michael Spinks en septiembre de 1985 en Winchester, Nevada. Siete meses después, Spinks ganó la revancha por decisión dividida.
A pesar de su impresionante historial profesional, Holmes reveló un momento de debilidad de su carrera amateur. En una entrevista con Sky Sports Boxing, admitió haber abandonado durante un combate de prueba olímpica contra Nick Wells.
"La razón por la que no pude vencer a Nick Wells fue porque era zurdo, es decir, me pegaba así y yo no estaba acostumbrado porque estaba empezando. Cuando lanzaba ese puñetazo me golpeaba en la parte superior de la cabeza y yo caía... Iba a golpearme de nuevo y le dije 'no más, renuncio, renuncio'. Sabía que no podía soportarlo, así que lo dejé. La gente decía que no tenía corazón y eso me molestaba, tenía que convencerles de que lo tenía".
Holmes explicó que no podía con el estilo zurdo de Wells. La experiencia le dejó frustrado y decidido a demostrar que sus críticos estaban equivocados. La gente cuestionó su corazón tras el incidente, lo que le motivó a demostrar su verdadero temple en futuros combates.
El gran boxeador nunca tuvo la oportunidad de competir en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, su carrera profesional compensó con creces este temprano revés. Muchos expertos en boxeo consideran ahora a Holmes uno de los mejores pesos pesados de todos los tiempos.