Mike Tyson se siente abatido tras perder contra Jake Paul hace casi dos meses. El excampeón de los pesos pesados, de 58 años, perdió por decisión unánime ante el YouTuber reconvertido en boxeador en un combate a ocho asaltos el pasado noviembre.
El combate atrajo mucha atención. Recaudó más de 18 millones de dólares en taquilla y tuvo 65 millones de espectadores en Netflix en su punto álgido. Tyson entrenó durante nueve meses, preparándose para la que sería su primera pelea en casi 20 años.
Antes del combate, los vídeos en las redes sociales mostraban a Tyson fuerte. Pero la noche del combate, parecía lento y cansado frente a un rival más joven. Paul ganó fácilmente en las tarjetas de puntuación de los jueces.
Justo después del combate, Tyson parecía estar bien con la derrota. Publicó en las redes sociales que se sentía un ganador por el mero hecho de subir al ring. Pero ahora se siente diferente.
En una entrevista reciente con Fox Sports Radio, Tyson se sinceró sobre sus sentimientos:
"Esa pelea fue un gran ascenso. Estábamos tan arriba, tan emocionados. La pelea terminó, boom. Estoy un poco deprimido. Tenemos que volver [a] nuestra situación, volver a vivir. [Estuve] entrenando para ello [durante] nueve meses".
Parece que ésta podría ser la última pelea de Tyson. Ahora planea seguir retirado. En cuanto a Jake Paul, ya está insinuando contra quién podría pelear a continuación.
La pelea estaba prevista inicialmente para julio, pero se retrasó porque Tyson tuvo un brote de úlcera. A pesar del retraso y de la derrota final, el evento resultó ser un gran éxito comercial, atrayendo a millones de espectadores en Netflix.