Los tres jueces puntuaron el combate 116-112 a favor de Usyk. Esta victoria se produce después de su primer combate en mayo, en el que Usyk se convirtió en el rey indiscutible de los pesos pesados con una victoria por decisión dividida.
Usyk intensificó su juego en los últimos asaltos. Su resistencia y su ritmo de trabajo impresionaron a muchos, demostrando por qué se le considera uno de los grandes. Fury mantuvo la competitividad y también tuvo algunos buenos momentos. Boxeó mejor que en su primer combate y trató de agredir a Usyk de cerca.
"Usyk volvió a mejorar su juego. Tiene engranajes y siguió adelante. Hiciera lo que hiciera Tyson Fury, siguió subiendo".
No todos estuvieron de acuerdo con las amplias tarjetas de puntuación. David Haye, que sabe un par de cosas sobre el paso del peso crucero al pesado, pensó que la pelea estuvo más reñida. Dijo a TNT Sports Box Office:
"Rara vez los tres jueces tienen la misma opinión. Diferentes asaltos, pero todos dieron la victoria a Tyson en cuatro asaltos. Creo que fue muy, muy duro. Depende de lo que busques, depende de lo que te guste. Los asaltos estuvieron reñidos".
Haye dio la victoria a Usyk por sólo uno o dos asaltos. Dijo que la gente a su alrededor estaba sorprendida por las puntuaciones oficiales.
A Fury y a su promotor, Frank Warren, tampoco les gustó el amplio margen de las tarjetas. Pero al final, Usyk consiguió la victoria y mantuvo sus títulos.