El zurdo ucraniano controló el combate desde el principio, aprovechando sus ventajas de altura y alcance para mantener a raya a Colin. La peligrosa mano izquierda de Lapin y su eficaz jab fueron demasiado para el púgil francés durante la mayor parte del combate.
El combate comenzó con un ligero retraso debido a un cambio de árbitro. Una vez en marcha, Lapin se hizo rápidamente con el centro del cuadrilátero. Aterrizó con un soberbio gancho de derecha en el primer asalto, obligando a Colin a retroceder.
Colin se esforzó por acortar distancias y asestar golpes limpios a Lapin. El ucraniano se centró en su mano izquierda y terminó el segundo asalto con un fuerte derechazo. En el tercer asalto, Lapin parecía estar por encima en el marcador.
"Las ventajas de altura y alcance de Lapin dificultaron que Colin se metiera dentro y aterrizara con eficacia. El control del ucraniano del centro del cuadrilátero y su afilado jab mantuvieron a Colin a distancia durante gran parte del combate".
Colin dio algunas señales de vida en el cuarto asalto, con varios golpes cortos y una buena derecha al cuerpo. Pero Lapin recuperó rápidamente el control en el quinto, con un uppercut corto y un derechazo.
En los asaltos intermedios, Lapin mantuvo su dominio, mientras Colin caía en el sexto y se esforzaba por asestar golpes limpios. Lapin continuó golpeando a su oponente con duros jabs a distancia.
En los últimos asaltos, Colin trató de remontar y comenzó el octavo de forma agresiva con golpes de derecha. Lapin respondió con un potente gancho de derecha que sacudió al púgil francés. En el noveno asalto, Colin dio todo lo que tenía para hacer retroceder a Lapin, pero el ucraniano se alejó de los problemas y lanzó ganchos cortos con ambas manos.
El último asalto mostró el cansancio de ambos púgiles, que se lanzaron pocos golpes. Lapin incluso se burló de Colin bajando las manos, confiado en su ventaja en las tarjetas de puntuación.
Con esta victoria, Lapin se hizo con los títulos vacantes de la IBF Internacional y de la WBO Intercontinental. El público del Kingdom Arena, en el que abundaban los seguidores de Lapin, vitoreó cuando el púgil ucraniano levantó la mano en señal de victoria.