El próximo paso de Terence Crawford sigue siendo un misterio tras su victoria contra Israil Madrimov en agosto de 2023. Crawford se hizo con el título del peso superwelter de la AMB, añadiendo una cuarta categoría de peso a su estatus de campeón del mundo.
Crawford se impuso a Madrimov por decisión unánime en 154 libras. Este triunfo supuso un importante paso adelante respecto a sus anteriores combates en las 147 libras, demostrando su capacidad para conquistar nuevas divisiones de peso.
Ahora, Crawford se enfrenta a una encrucijada en su carrera. Tiene la vista puesta en un posible enfrentamiento con Canelo Álvarez en las 168 libras por el campeonato unificado del peso supermedio. Esta pelea significaría otro gran salto de peso para Crawford, que comenzó su carrera profesional en 135 libras.
Pero si el combate contra Canelo no se produce, Crawford podría colgar los guantes para siempre. Esa es la opinión del entrenador Robert García, que compartió sus pensamientos con Fighthype.
"Crawford es un hombre inteligente. Ya ha conseguido mucho y ha hecho mucho. No necesita retarse a sí mismo ni demostrar nada a nadie".
García continuó diciendo:
"He hablado con él personalmente, mi sensación es que quiere esa gran pelea contra Canelo, y si no la consigue, puede que nunca vuelva a pelear. No necesita que nadie le empuje a aceptar un reto para el que ya no necesita demostrar nada. Ya lo ha conseguido".
García cree que Crawford no se dejará influir por la presión de los aficionados para enfrentarse a ciertos rivales. Cree que Crawford buscará la mejor pelea disponible o simplemente disfrutará de su vida fuera del ring.
"No le veo complaciendo a los aficionados sólo porque le digan que tiene que pelear con este o aquel tipo, irá a buscar la mejor pelea y si no disfrutará de su vida".
La carrera de Crawford le ha visto ascender constantemente en las categorías de peso. Ha demostrado sus habilidades en múltiples divisiones, y ahora está sopesando si aceptar otro gran reto o despedirse en la cima.
La victoria de Crawford sobre Madrimov demostró que sigue en la cima de su juego. Queda por ver si volveremos a verle en el ring, pero una cosa es segura: ya no tiene nada que demostrar.
