Fury y Wilder tienen una larga historia. Han peleado tres veces, con Fury ganando dos de esos combates. Su primera pelea en 2018 terminó en empate, pero es recordada por la increíble recuperación de Fury tras ser derribado en el último asalto. En ese momento, Fury estaba regresando de un largo descanso debido a la depresión.
En sus dos siguientes combates, Fury cambió su enfoque. Se volvió más agresivo y noqueó a Wilder en ambas ocasiones. Estos combates pasaron factura a ambos púgiles.
Fury explicó su punto de vista en el programa "Pound 4 Pound with Kamaru & Henry":
"Siendo sincero me gustaría ver al pobre Deontay retirarse del boxeo. Cuando vencí a Wilder, él tenía 44-0 con 43 KOs y noqueó al tipo que llegó a la distancia con él en la revancha. Eso significa que noqueó a todas las personas a las que se enfrentó y, obviamente, perdió los tres combates contra mí. Nos quitamos muchos años de vida mutuamente. Incluso cuando ha vuelto y ha tenido un par de peleas desde entonces, es sólo una sombra de su antigua gloria. Lo único que queda de Deontay Wilder es su nombre".
Antes de enfrentarse a Fury, Wilder era conocido por su poderosa mano derecha. Había noqueado a todos los rivales a los que se había enfrentado. Pero desde su trilogía, el rendimiento de Wilder ha sido dispar. Rápidamente noqueó a Robert Helenius, pero luego perdió por puntos ante Joseph Parker. En su último combate, en junio, Zhilei Zhang le noqueó en cinco asaltos.
Fury, conocido como "El Rey Gitano", se entrena actualmente para la revancha con Oleksandr Usyk. Quiere recuperarse de su primera derrota.
A pesar de los consejos de Fury, Wilder ha dicho que seguirá luchando. Pero no ha anunciado cuándo ni contra quién se enfrentará.