Su primer combate, en mayo, no defraudó. Los aficionados vieron un gran despliegue de habilidad boxística, astucia en el cuadrilátero y atletismo por parte de ambos. Usyk se impuso tras 12 asaltos, con un gran golpe en el noveno que sirvió para sentenciar el combate.
Fury afirma que no estuvo a su mejor nivel en ese combate, que no se concentró y que se dejó llevar. Ahora tiene la oportunidad de demostrar que sólo fue una mala noche.
El ex campeón del mundo Shawn Porter cree que Fury lo conseguirá. En una entrevista reciente, Porter dijo:
"Espero que gane la revancha. Es más grande que Usyk, y esa ventaja de tamaño que tiene, él, a diferencia de la mayoría de los boxeadores, sabe cómo utilizar ese tamaño, ese alcance, esa velocidad, creo que toda la pelea se desarrollará como se desarrolló la primera mitad de la primera pelea". Un Fury muy concentrado y decidido es un Fury tranquilo e implacable".
Porter señala la ventaja de tamaño de Fury y su habilidad para utilizarla. También cree que esta vez veremos una versión más centrada de "The Gypsy King". Porter nos recuerda cómo Fury dominó sus revanchas con Deontay Wilder, demostrando que sabe cómo ajustarse y mejorar.
Pero Porter añadió una palabra de precaución para el peso pesado británico: "Fury tiene que dominar esta pelea y no puede permitirse que le cojan desprevenido."
Hay mucho en juego, pero no tanto como antes. Usyk renunció al cinturón de la IBF, por lo que ahora luchan por tres de los cuatro principales títulos mundiales en lugar de por los cuatro.
Tanto Usyk, el ucraniano zurdo de pies ligeros, como Fury, el campeón británico más grande que la vida, han demostrado que están en la cima de su juego. Su enfrentamiento del 21 de diciembre demostrará quién es realmente el rey de la división de los pesos pesados.