Oleksandr Usyk y Tyson Fury se enfrentarán de nuevo el 21 de diciembre por el título indiscutible de los pesos pesados. La revancha llega tras la victoria por decisión dividida de Usyk sobre Fury en mayo, que le convirtió en el primer campeón indiscutible de los pesos pesados desde Lennox Lewis en 1999.
En su primer enfrentamiento, Fury fue humillado a pesar de sus payasadas previas al combate. El autoproclamado "Rey Gitano" lo pasó mal, especialmente en el noveno asalto, cuando recibió una cuenta del árbitro. Tras el combate, Fury admitió que había perdido la concentración y que se estaba divirtiendo demasiado, y prometió mejorar en la revancha.
Usyk, que ostenta los títulos de campeón indiscutible del peso pesado y fue campeón indiscutible del peso crucero, además de medalla de oro olímpica en Londres 2012, tiene en alta estima a su rival. En una entrevista con TNT Sports Boxing, Usyk compartió sus pensamientos sobre Fury:
"Tyson Fury es un peleador muy inteligente. Se recupera muy rápido. Es el rival más duro al que me he enfrentado".
A pesar de las críticas a su equipo de esquina por dar mensajes contradictorios en los últimos asaltos del primer combate, Fury ha decidido mantener el mismo equipo para la revancha. John Fury, Andy Lee y SugarHill Stewart seguirán estando en su esquina.
La revancha reviste una gran importancia para ambos púgiles. Usyk defenderá sus títulos, mientras que Fury busca vengar la única derrota profesional de su carrera. Los aficionados al boxeo están ansiosos por ver si Fury puede desafiar físicamente al campeón del mundo en esta revancha.
A medida que se acerca la fecha del combate, el mundo del boxeo espera ver si Fury puede cumplir su promesa de mejora o si Usyk continuará su reinado como campeón indiscutible de los pesos pesados.