Mike Tyson ha decidido colgar los guantes definitivamente tras su reciente combate con Jake Paul. La leyenda del boxeo de 58 años hizo el anuncio en las redes sociales la semana pasada, tras su derrota ante el YouTuber convertido en boxeador en el estadio de los Dallas Cowboys.
Paul se impuso a "Iron Mike" en ocho asaltos, y los jueces le dieron la victoria por decisión unánime. Según ESPN, Paul tuvo el control durante la mayor parte del combate.
Justo después del combate, Tyson insinuó futuros combates. En su entrevista posterior al combate, dijo:
"No creo [que ésta sea mi última vez en el ring]. Tengo más en mí. Quizá pelee contra su hermano [Logan Paul]".
Pero Tyson cambió de opinión. Más tarde publicó en las redes sociales:
"Esta es una de esas situaciones en las que pierdes pero aun así ganas. Estoy agradecido. No me arrepiento de subir al ring por última vez".
La pelea no fue fácil de realizar. En principio estaba fijada para julio, pero se retrasó. Tyson se enfrentó a graves problemas de salud en junio. Estuvo a punto de morir, necesitó ocho transfusiones de sangre, perdió la mitad de su sangre y bajó 25 libras en el hospital. Tuvo que luchar mucho para recuperar la salud suficiente para boxear.
A pesar de la derrota, Tyson encontró un resquicio de esperanza. Dijo:
"Que mis hijos me vean plantar cara y acabar 8 asaltos con un boxeador de talento que tiene la mitad de mi edad ante un estadio de los Dallas Cowboys abarrotado es una experiencia que ningún hombre tiene derecho a pedir".
Este combate marca el final de la larga carrera de Tyson sobre el ring. Su último combate profesional fue allá por 2005, hace casi dos décadas.
En cuanto a Jake Paul, ya está pensando en su próximo reto. Quiere subirse al ring con Canelo Álvarez. Álvarez ha puesto una condición para que se produzca el combate, pero aún no se han dado a conocer los detalles de esa condición.