Tyson, de 58 años, se enfrentó a Paul, de 27, en un combate a ocho asaltos que dio mucho que hablar. Tyson estuvo bien durante un minuto, pero entonces empezó a notarse su edad. Paul, más joven, dominó el resto del combate.
Muchos aficionados lo calificaron de triste y de mal gusto. Pero Tyson no salió herido como algunos temían.
De La Hoya compartió sus pensamientos sobre la pelea:
"Todo el mundo habla de lo amañada que fue esta pelea. Creo que fue un guión y creo que Tyson fue ciertamente frenado. Mira, yo soy un luchador y puedo verlo. Va en su registro y fue sancionado. ¡Jake Paul pagó para tener la victoria en su historial! ¿Para qué? ¿Para su propia satisfacción personal? Sigo diciéndote, si quieres ser un verdadero luchador como dices que quieres ser, ¿qué estás haciendo? ¿Quién será el próximo? ¿Joe Biden? Tienes que pelear con luchadores de verdad".
La promoción negó rotundamente las afirmaciones de que la pelea estuviera guionizada. El Departamento de Licencias y Regulación de Texas sancionó el combate, que obtuvo un gran interés en las apuestas.
Aunque De La Hoya criticó el combate principal, alabó el récord comercial del evento. El combate llegó a 65 millones de hogares y a unos 200 millones de telespectadores.
De La Hoya también destacó la cartelera:
"Las verdaderas ganadoras fueron Amanda Serrano y Katie Taylor, que ofrecieron un combate real increíble y nos presentaron a nuevos aficionados de todo el mundo".
Tras la pelea, Tyson dijo que no volverá a subirse al ring. Paul tiene ahora un récord profesional de 11-1 y ha sido llamado por algunos grandes nombres del boxeo.
El acontecimiento suscitó polémica, pero sin duda hizo que la gente hablara de boxeo.